Resaca culé.

El Barcelona llegaba al Bernabéu con mucha ilusión, y se fue de Madrid con una dolorosa derrota, dejando muchas dudas para los aficionados blaugranas. Dudas que en menos de 24 horas han creado un estado de alarma y crisis en el seno culé.

Luego de décadas de escasos títulos, el aficionado del Barcelona fué mal acostumbrado por Guardiola a ganarlo todo con una simpleza que nos hizo olvidar lo difícil e injusto que puede llegar a ser el fútbol en ciertas ocaciones. Resulta comprensible esta paranoia con la que vive el aficionado estos días tras cada traspié sufrido, más aún luego de que 6 años más tarde el equipo volviera a completar una temporada sin ganar ningún título colectivo importante (Liga, Copa o Champions). Pero aunque puedo comprender el miedo que sienten muchos, creo que todavía no hay necesidad de entrar en pánico. 

¿Por qué no debemos preocuparnos tanto?

Este encuentro se perdió por diferentes razones, entre ellas la suerte. Si esa misma suerte que hizo que los dos remates de Benzema fueran al palo hubiera acompañado a Messi en el minuto 22 otro gallo cantaría. Pero dejando la suerte de lado, el planteamiento de Luis Enrique no fue el correcto. ¿En qué falló e técnico?

• Pareja de centrales.

Las actuaciones que había cuajado Jeremy Mathieu como central le avalaban para que este jugara en esa posición ante el Real Madrid. En cambio Luis Enrique se decide por colocar a Pique y Mascherano y mover al francés a la posición de lateral izquierdo. Esto dejó fuera del 11 a Jordi Alba, restando salida del balón y velocidad al conjunto blaugrana. 

• Mediocampo completo.

Mascherano venía de jugar dos partidos muy buenos en la posición de contención. Mientras que Busquets hace mas de un año que viene mostrando un nivel muy lejano al que nos tenía acostumbrado, aparte de que tenia unas semanas sin jugar debido a una lesión. Ante un equipo tan físico como el Madrid necesitas a tus jugadores al 110% y el Barcelona pagó muy caro que el español no se encontrara así. Otro error fue poner de inicio a Xavi e Iniesta. El poco aporte defensivo de estos dos, sumado con el estado de forma de Busquets permitió al Madrid dominar a placer en la mayor parte del encuentro. Lo lógico hubiera sido la alineación de Rakitic, un jugador con gran despliegue físico y vocación defensiva. El lado derecho de Dani Alves fue una autopista para los atacantes blancos porque el brasileño no contaba con mucho apoyo ante las embestidas de Marcelo, Isco, Cristiano y compañía. 

Afortunadamente para el Barcelona todavía es muy temprano en la temporada. Seguimos líderes en liga y Luis Enrique es lo suficientemente inteligente para corregir estos errores. Este partido servirá para que el entrenador entienda que ningún jugador es insustituible. El que no se encuentre en su mejor nivel no jugará sin importar que se llame Iniesta, Busquet o Xavi. 

Hasta pronto y visca el Barça!